¿REALIZAS ACTIVIDAD FÍSICA DE FORMA REGULAR?

Dr. Ignacio Ferreira, Dra. Nuria Rivas Gádara
CARDIOLOGÍA

Pregunta. ¿Es conveniente la realización de actividad física de forma regular?

Respuesta. Se ha demostrado de forma rigurosa que la actividad física regular reduce el riesgo de gran cantidad de problemas de salud en todas las franjas de edad. En concreto, se ha demostrado una reducción entre un 20% y un 30% del riesgo de morir por causas cardiovasculares tanto en individuos sanos sin factores de riesgo cardiovascular, como en individuos con factores de riesgo de enfermedad coronaria, como en pacientes con enfermedades cardíacas.

¿Por qué se produce este beneficio tan importante?

Pues porque la actividad física practicada de forma regular tiene un efecto positivo en multitud de factores de riesgo cardiovasculares, como son la reducción de la hipertensión arterial, reducción del colesterol malo (colesterol LDL), aumento del colesterol bueno (HDL), disminución del sobrepeso y obesidad, y el control de la glucosa.

¿Es mejor un tipo de actividad física que otra?

No hay un tipo de actividad física especialmente adecuada para la reducción del riesgo cardiovascular mientras esta actividad sea aeróbica. Esto es lo más importante. Se puede definir como aquella actividad física que consiste en el movimiento de grandes grupos musculares de una manera rítmica y sostenida. Incluye las actividades deportivas clásicas, como el ciclismo, running, natación, esquí, tenis, fútbol, ​​etc. pero también cualquier otro tipo de actividad doméstica sostenida y que exija movimiento coordinado, como los trabajos domésticos, la jardinería … o los simples paseos.

Quiero empezar a hacer actividad física aeróbica de manera regular … ¿comporta algún riesgo cardíaco?

El riesgo de un acontecimiento cardiovascular durante la actividad física es muy bajo en personas sanas (se estima en 5-17 muertes repentinas anuales por cada millón de habitantes). Este riesgo, pero, queda absolutamente compensado por los beneficios que comporta. Sin embargo, el riesgo de acontecimientos cardíacos graves (infarto o muerte repentina) es mucho más bajo en actividades de intensidad ligera-moderada que en actividades más vigorosas.

Entonces … ¿Cómo se clasifica la intensidad de la actividad?

Normalmente se clasifica en 3 estratos: ligera, moderada y vigorosa. La actividad física ligera habitualmente comporta un incremento de la frecuencia cardíaca discreta, hasta el 50-63% de la frecuencia cardíaca máxima teórica (la frecuencia cardíaca máxima teórica se calcula como 220-edad). Seria, por ejemplo, pasear a un ritmo ligero (<4,7 km / h) o las actividades domésticas ligeras. La actividad física moderada produce un incremento de la frecuencia cardíaca hasta un 64-76% de la máxima teórica. Ejemplos de esta son andar rápido (4,8-6,5 km / h), ciclismo a ritmo suave (15 km / h), bailes de salón, golf …. La actividad vigorosa supone un incremento de frecuencia cardíaca entre un 77-93% y supondría toda la actividad deportiva aeróbica clásica: running, ciclismo más intenso, tenis, fútbol etc.

Hace mucho que no realizo actividad física regular. ¿Me tendría que hacer una valoración desde el punto de vista cardiovascular?

Si se quiere realizar una actividad física regular de nivel ligero y eres una persona sana sin factores de riesgo cardiovascular no hay que hacer una valoración médica. Sin embargo, es absolutamente recomendable una evaluación clínica cardiovascular en personas sedentarias que se plantean empezar a realizar una actividad física vigorosa, incluido cualquier tipo de deporte.

¿Qué tiene que incluir la valoración cardiovascular?

El cardiólogo te hará una historia clínica, un electrocardiograma y una exploración física para determinar tu riesgo cardiovascular basal. En la mayoría de los casos, y, sobre todo, si eres una persona sedentaria o llevas mucho tiempo sin hacer ejercicio físico vigoroso, te hará una prueba de esfuerzo convencional (ergometría) para precisar mejor tu riesgo cardiovascular. Además, si hay algún hallazgo sospechoso en la exploración física o el electrocardiograma, te practicará un ecocardiograma-Doppler para descartar cardiopatías estructurales.

¿En qué consiste la prueba de esfuerzo?

Consiste en la realización de ejercicio físico aeróbico (en tapiz rodante o bicicleta) de forma estandarizada en varias etapas de 2-3 minutos, de intensidad creciente, con el control continuo y estricto del electrocardiograma y la tensión arterial. Y, por supuesto, bajo la supervisión de un cardiólogo.

Quiero empezar a hacer deporte, ¿Me tendría que hacer una prueba de esfuerzo?

Cómo se ha comentado antes, en los casos en que se quiere empezar a realizar una actividad física vigorosa, es decir, en cualquier tipo de deporte aeróbico y sobre todo en personas sedentarias, es muy recomendable la realización de una prueba de esfuerzo supervisada por un cardiólogo.

Realizo deporte de alta intensidad de forma habitual, ¿Tengo algún riesgo?

Aunque es difícil de establecer una estimación precisa, desafortunadamente el riesgo de muerte repentina en atletas, aunque bajo, nunca es nulo. Las estimaciones son muy variables, desde una tasa de incidencia de una muerte repentina anual por cada 917.000 atletas hasta una muerte repentina anual cada 3.000 atletas.

Siendo así, ¿Tengo que realizarme algún tipo de control?

Todo atleta tendría que seguir controles médicos por personal específicamente entrenado para descartar enfermedades cardíacas, especialmente antes de empezar un plan de entrenamiento de alta intensidad. El control médico tendría que incluir una historia clínica detallada, exploración física cardiovascular, prueba de esfuerzo y, eventualmente, ecocardiograma según los hallazgos previos.

¿Qué se quiere descartar con el control?

Básicamente la presencia de cardiopatía estructural (anomalías del músculo cardíaco o de las válvulas), enfermedades arrítmicas y enfermedad coronaria.

¿Tengo que seguir controles regulares?

Dependerá de cada caso particular. Sin embargo, hay que tener en cuenta que a medida que aumenta la edad, la enfermedad coronaria, causa de infarto, es la causa más frecuente de muerte repentina en el atleta. De este modo, a partir de los 40 años, o antes dependiendo de la presencia de otros factores de riesgo cardiovascular, puede ser conveniente la realización de controles regulares que incluyan prueba de esfuerzo.

Dr. Ignacio Ferreira

El Dr. Ferreira es jefe de sección del área de Hospitalización y Urgencias del Servicio de Cardiología del Hospital Vall de Hebrón y Jefe de servicio en funciones. Desde el punto de vista clínico, lleva una consulta especializada en valvulopatías y enfermedades del pericardio. Es autor de más de 100 publicaciones científicas en revistas especializadas, profesor asociado de la Universitat Autònoma de Barcelona y, desde 2015, editor en jefe de la Revista Española de Cardiología.

Dra. Nuria Rivas

La Dra. Rivas tiene una dilatada experiencia en el tratamiento invasivo de los trastornos y del ritmo cardíaco y lleva una consulta especializada en el diagnóstico y tratamiento de las arritmias del corazón con especial énfasis en las arritmias en pacientes con cardiopatía congénita. Desde el punto de vista científico la Dra. Rivas ha participado en varios proyectos de investigación uni y multicéntricos y es autora